Las cadenas de distribución están conformadas por distintos elementos que atienden diferentes necesidades en el proceso de comercializar un producto en particular. Entonces bien, existen varias etapas antes de que un producto llegue al comprador final.
El negocio al por menor
El negocio al por menor hace referencia a la última actividad dentro de la cadena de distribución, se encarga de venderle los productos o servicios al comprador final.
Por lo general, son tiendas con un stock amplio en una categoría particular. En general, son el vínculo entre los mayoristas y los compradores finales. Asimismo, los comerciantes al por menor son encargados de ofrecer la instalación y garantía de productos o servicios a los que estas apliquen.
Importancia del negocio al por menor
Los negocios al por menor son un factor clave en las cadenas de distribución. Para comenzar, estos le permiten a las marcas tener presencia en mercados muy específicos que pueden estar alejadas de su lugar de fabricación.
De esta forma, las marcas pueden tener un mayor alcance en términos geográficos e incluso darse a conocer con un público totalmente nuevo. Por otra parte, los negocios al por menor le ofrecen a los compradores finales una amplia variedad de productos o servicios que se ajustan a sus necesidades con la facilidad que implica tener acceso a los productos en su localidad.
No solo eso, otro punto que hace importante a los negocios al por menor son sus opciones de financiamiento. Por lo general, los comercios minoristas cuentan con planes de financiamiento con distintos plazos y términos que son una opción muy rentable para los compradores.
Además, el servicio después de la venta que ofrecen los comercios minoristas es muy valioso para los compradores. Son los minoristas quienes se encargan del servicio técnico, atención al cliente y garantía del producto una vez este se vendió.
Las formas de vender
El comercio al por menor tiene varias modalidades de acuerdo a su forma de vender. Para comenzar está el comercio convencional, consiste en un mostrador, el ofertante y el almacén; un ejemplo de estos son las farmacias, fruterías, carnicerías y otros.
Por su parte, el comercio de libre servicio es otro tipo de comercio minorista donde los productos están a disposición del comprador y busca generar una relación entre el producto y los compradores.
Por último, existe una combinación entre ambas modalidades que se llama precisamente comercio minorista combinado. En esta modalidad existe el libre servicio y también hay ofertantes para acompañar al comprador en caso de necesitar algún asesoramiento.