La venta al por menor, o minorista, consiste en vender bienes a los consumidores finales.
La venta al por menor (venta al menudeo), “retail sale” en inglés, constituye una gran parte de las transacciones diarias que se realizan en todo el mundo. Quienes realizan esta actividad se denominan retailers o minoristas.
Este tipo de negocio se llama B2C, Business to Consumer, porque es el último eslabón de la cadena de distribución del producto, la parte que conecta con el consumidor final.
Venta al por menor, los diferentes casos
Las actividades de venta al por menor son variadas y pueden ser ejercidas por particulares, como suele ser el caso de los vendedores ambulantes, o por verdaderas empresas como pueden ser los supermercados.
Hay tres categorías principales de productos que se venden al menudeo:
• Productos alimenticios para restaurantes, vendedores ambulantes y supermercados
• Bienes de consumo duraderos como electrodomésticos, muebles o aparatos electrónicos
• Bienes de consumo comunes como pueden ser la ropa, el jabón y similares.
Venta al por menor, ubicación fija o itinerante
La venta al por menor puede ser a través de una tienda física o una tienda virtual.
En los últimos años, la venta al menudeo a través del comercio electrónico es muy popular porque tiene unos costes de puesta en marcha muy bajos y no está limitada por la ubicación, pudiendo así llegar a clientes de otros estados o países.
La venta al por menor tradicional, a través de tiendas físicas, puede realizarse de dos maneras diferentes:
A través de una ubicación fija, lo que implica altos costes iniciales. Un buen ejemplo es un restaurante o una tienda de ropa.
A través de una ubicación itinerante, con bajos costes iniciales y la posibilidad de cambiar de cliente fácilmente. Normalmente este tipo de venta está relacionada con ferias, festivales o eventos similares.
Algunos vendedores utilizan un método de venta al por menor mixto, combinando la venta en locales fijos o con la venta a pie y, cada vez más, con la venta en línea.
Ventas al por menor y obligaciones fiscales
La venta al menudeo se caracteriza por la relación con el cliente final, lo que implica unas obligaciones fiscales diferentes a las de las empresas que operan B2B, es decir, que venden a otras empresas.
Todos estamos en contacto diario con las obligaciones de la venta al por menor, la documentación de la transacción.
Cualquier empresa, tras vender un servicio o producto a un consumidor final, emite un recibo o resguardo. Al final del día, el importe de todas las ventas diarias se recoge en el registro de ingresos.
Venta al por menor, la factura
Si, por el contrario, el consumidor exige una factura, normalmente para deducir el IVA, el minorista está obligado a emitirla.
No existen límites de importe ni exenciones de la categoría minorista que excluyan la transacción de la emisión de la factura a petición del cliente.
Una vez emitida la factura, el importe debe separarse del total de los ingresos diarios para no contabilizar el importe dos veces para el cálculo del IVA.